viernes, 21 de diciembre de 2012

Reacciones inesperadas...

Si crees que tu entorno oficinístico ya no puede sorprenderte; si das por hecho que Cámera Café es el parte del NO-DO en comparación con tus vivencias diarias en el entorno laboral; si la última vez que no diste crédito a algún comentario de algún co-trabajador juraste y perjuraste que ya nada de lo que escuches o veas podrá ponerte los pelos como escarpias, haz la prueba y anuncia en la oficina que estás embarazada. Hazlo, hazlo. Verás cómo, efectivamente, la ficción se queda insulsa, ñoña y aburrida en comparación con la realidad.

A continuación paso a transcribir textualmente, y sin una sola gota de exageración, algunas reacciones espontáneas y directas que he presenciado a lo largo de los últimos meses al anunciar en el trabajo mi actual estado de buena esperanza. Como el anuncio es siempre el mismo o similar, o sea: “Fulano/Mengana, estoy embarazada”, me remito a reflejar solamente las respuestas más sorprendentes recibidas hasta la fecha:

Reacción A: “¡Anda! Ya decía yo que te notaba algo raro en la cara”.

Reacción B: “Pues ten cuidado. Con el embarazo se te caen muchas cosas, incluidos los dientes”.  Sí, sí. Esa cara que estás poniendo tú, estimado lector, es la misma que se me quedó a mí.

Reacción C: “¿Cuándo das a luz? ¿En abril? Pues vaya vacaciones te vas a pegar, eh?”. Aquí abro un buen paréntesis para disculparme públicamente con esta persona por tratar con tanta saña su, cuanto menos, inapropiado comentario. Es la segunda vez que lo destaco en el blog de Historietas, pese a sus reiteradas explicaciones y peticiones de perdón. Su calidad humana es de las mejores que conozco y la recién mencionada metedurilla de pata está más que superada. Pero reconozcamos, estimado compi, que tu ocurrencia merece su debido espacio en el capítulo de hoy.

Reacción D: “Sí, ahora que lo dices, se te nota. Sobre todo a lo ancho”. El creador de esta grandiosa frase no es de mi actual oficina sino de una del pasado. De hecho, más que un ex compañero, se trata de un estimado y fiel amigo con quien seguramente comparta en pocos días las uvas que darán lugar al nuevo año. Si con la "campaná número 12" siente un repentino e intenso dolor en la espinilla, ruego aguante estoicamente el merecido embiste y deje correr un tupido velo.

Reacción E: “¿Sí? Entonces tú te casaste embarazada, ¿no?” Por más que busco y rebusco, no encuentro comentario alguno a esta frase.

Reacción F (sin duda, mi favorita): “¡Hombreee! ¡Enhorabueenaaaa! ¿Pero ha sido por el conducto habitual?”

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Embarazadas, lactantes y madres del mundo: ¿Alguna reacción surrealista que compartir? O es que soy yo, que atraigo la sinceridad extrema…

2 comentarios:

  1. Creo que te gano:
    Al comentarle a mi hermana que iba a ser 'tita' otra vez, su pregunta fue:
    '...pero... tuyo?...'

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    1. Uy! Eso es para preocuparse, sí.... Mejor deja correr el tan socorrido tupido velo, no vaya a ser que se líe más la cosa. besos!

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